26-10-2017
La empresa norteamericana General Motors continúa ajustando tuercas, luego de lo que fue la venta de su filial Opel/Vauxhall al consorcio europeo PSA, compuesto por Peugeot y Citroën. Si bien la venta había sido millonaria (2.300 millones de dólares), la desinversión de esas unidades de negocio llevó a GM a registrar pérdidas de 2.980 millones de dólares en el tercer trimestre. Los ingresos de la compañía cayeron 13,5%, hasta los 33.600 millones, debido a los recortes en la producción de vehículos.
Luego de 90 años operando allí, General Motors dejó Europa. Aunque el resto de las unidades de negocio continúan generando dinero, por lo que las apuestas del gigante multinacional serán a partir de ahora en otros mercados, como China y América Latina, donde las ventas han crecido. Incluso, las producciones en India, Sudáfrica y Australia sufrirían drásticos cambios o ajustes.
Pensando a futuro, GM está concentrando sus inversiones en las nuevas tecnologías de movilidad. La CEO Mary Barra presentó el mes pasado un plan para que en los próximos seis años se fabriquen 20 modelos completamente eléctricos. Dos de ellos se introducirían al mercado a principios del próximo año. Esta nueva visión de la compañía fue bien acompañada, con un incremento del 30% de su valoración bursátil y una suba del 3% en sus títulos durante 2017.